La paradoja de las seis alas: daño que no quiere multiplicarse en Minecraft

Me puse con un pequeño experimento en Minecraft y, sinceramente, el resultado no solo me dejó perplejo — me hizo replantearme todo lo que sabía sobre los ghasts. Al principio, la idea fue simple: «¿Y si…?». Pero ese «¿y si?» se convirtió en toda una investigación que tengo que compartir.

Preparación para el caos

Imagina la escena. Los yermos del Nether, lava alrededor y sonidos siniestros. Necesitaba dos sujetos: un ghast normal, flotando con aire melancólico, y su “camarada” digamos «cargado». Algunos lo llaman de seis alas o afortunado — el que aparece menos y se ve más imponente. Mi objetivo era atraer a ambos a la misma zona de visión sin convertirme en ceniza. ¡Fue todo un show! Corrí en círculos, levanté cobertizos temporales de adoquín y creo que batí mi récord personal esquivando bolas de fuego. En momentos así Minecraft se siente como una prueba de supervivencia.

¿Simple y lógico? Ojalá

Mi teoría inicial era muy simple. Sabemos que una bola de fuego reflejada hace un daño enorme al ghast, casi siempre lo mata de un golpe. Supuse que ese daño era constante. Por lo tanto, si reflejaba el proyectil de un ghast normal hacia su par «afortunado», este debería recibir exactamente el mismo daño colosal y, probablemente, morir. Todo lógico, ¿no? Yo también lo creía. Y qué equivocado estaba — así es la magia de Minecraft cuando expectativa y realidad no coinciden.

Voleibol de fuego en modo supervivencia

Por fin, todo listo. Dos ghasts a distintas alturas, yo entre ellos, espada en mano. La primera bola llega del ghast normal. Exhalo, clavo el timing, doy el golpe preciso… y envío el «regalo» ardiente directo al de seis alas. ¡Impacto! ¡Acierto! Espero inmóvil el grito agónico y la nubecita de humo. Pero en su lugar el ghast «cargado» solo suelta un quejido, se desplaza un poco hacia atrás y sigue mirándome con esos ojos enormes como si nada serio hubiera pasado. Seguía vivo.

Mi visión del mundo se vino abajo

Lo repetí varias veces y el resultado fue siempre el mismo. La bola reflejada que destruye sin falta a un ghast normal apenas le hacía daño al «afortunado». Sinceramente, me quedé en shock. Esto desmonta por completo la mecánica tal y como la entendía. Parece que este mob raro tiene algún tipo de resistencia oculta a ataques reflejados, o el multiplicador de daño simplemente no se aplica a él. No es solo más raro, es realmente distinto. Por lo visto, en Minecraft siempre hay algo que sorprende incluso a quienes llevan años jugando.

No todos los ghasts son igual de “útiles”

¿Mi opinión? El ghast «afortunado» no es solo un re-skin. Tiene una mecánica de defensa propia y única. Tal vez el juego considera la bola reflejada como un tipo de daño «proveniente del jugador» al que este mob es inmune. O quizá sea un bug. Pero ahora estoy seguro: la táctica de «devolver el paquete al remitente» contra él es casi inútil. Tocará a la antigua — con arco.

Voy a seguir con las pruebas, pero me intriga muchísimo vuestra opinión. ¿Alguien se ha topado con algo parecido? Haced vuestro experimento en Minecraft y contad en los comentarios qué os salió. ¡Desentrañemos este misterio juntos!