La misión de la vaca en las alturas: probamos la paciencia del Ghast Feliz en Minecraft

Hoy traigo un experimento súper sincero y, siendo honestos, muy raro del mundo de Minecraft. Si seguís mis aventuras, ya sabéis que estoy enamorado del Ghast Feliz en la beta. Pero tras tantos vuelos me perseguía una pregunta atrevida: ¿y si pudiera usar a este gigante volador como… base aérea? ¿Raro? Sí, ¡pero Minecraft no está para aburrirse!

¿Isla flotante hecha a mano?

Primer pensamiento: ¿por qué no ver si el Ghast aguanta a alguien que no sea jugador? ¿Y si le pongo encima una vaca o incluso una oveja? ¿Podrá quedarse quieto o todo se irá al traste como siempre? En resumen, la idea era demasiado buena como para no probarla.

Elegí un lugar bonito en mundo abierto — paso de árboles, no quiero volver a ver la “cara” del ghast en la corteza. Coloqué un par de bloques, preparé una plataforma y, por supuesto, conseguí el codiciado bloque seco (todo dueño de mundo creativo me entiende). Pongo el cronómetro, inspirado como un profesor en su laboratorio: «¡Hoy escribimos historia científica!»

Vaca contra Ghast Feliz: ¿quién gana?

Ahí empezó la diversión real. Decidí probar con la Vaca, graciosa, siempre se cruza. La acerqué al Ghast, la empujé con cuidado hacia abajo — y… ¡arrancó el show! En ese momento se te encoge todo por dentro: ¿y si funciona? Pero — ¡sorpresa! Al Ghast le da absolutamente igual quién esté en su lomo. Sigue balanceándose, derrapa en el aire, como si ni notara que se convirtió en escenario improvisado de acrobacia vacuna.

La vaca a veces equilibra, a veces intenta agarrarse con las pezuñas, luego resbala a toda velocidad y, al final, cae al suelo con la cara más ofendida. ¡Yo llorando de risa! Fue algo tremendo, puro circo. Por momentos así amo Minecraft: crees que haces pruebas serias y sale un castillo de fuegos artificiales de diversión.

Mi veredicto: ¡la libertad por encima de todo!

Mi opinión sincera: el Ghast Feliz no nació para ser plataforma de nadie ni ancla aérea. Es un aventurero incorregible, viajero eterno de los cielos. Y la verdad, me encanta — ¿para qué quedarse quieto si puede planear y sorprender? En un punto pensé: la libertad no se doma. Y si alguna vez intentaste hacer de este mob un aparcamiento celeste — felicidades, eres tan investigador loco como yo.

¿Y vosotros cómo habéis experimentado?

Así que, amigos, mis planes grandiosos de construir una casita voladora sobre un ghast chocaron con la dura realidad de la física de Minecraft y del carácter del propio ghast. ¡Pero hacía mucho que no me reía y me sorprendía tanto!

¿Qué experimentos hicisteis vosotros? ¿Lograsteis domar la libertad o los mobs van a su bola? Compartid historias e ideas en comentarios; de verdad me intriga saber hasta dónde han llegado vuestras locas fantasías en Minecraft.