Detrás del vidrio y bajo el agua: ¿quién mira a quién? En Minecraft
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¡Hola a todos! Vuelvo yo, su incansable explorador de misterios cúbicos. Hoy decidí montar un experimento científico porque una idea no me dejaba en paz. Todos sabemos que el Susurrador se queda inmóvil cuando lo miras. Pero lo primero que pensé fue: «¿Y si hay una barrera entre nosotros? ¿Por ejemplo, vidrio? ¿O, digamos, una cascada? ¿Es tan “listo”?»
La curiosidad pudo conmigo. Fui al Jardín Pálido, levanté un pequeño laboratorio de pruebas y me preparé para enfrentar a esa criatura aterradora cara a cara. Bueno, casi.
Detrás del vidrio: ¿Quién mira a quién?
Primero construí un simple muro de vidrio. A un lado yo — al otro, el Susurrador, invocado por su fuente de sculk. Lo fijé con la mirada. Se congeló. Silencio. Luego me giré despacio, siguiéndolo con la visión periférica. ¿A que no adivinan? Corrió al vidrio y se pegó a él, mirándome fijo sin moverse. ¡Fue una locura! Yo estaba totalmente a salvo y él — a un metro de mí, atrapado por mi mirada.
Mi veredicto: el vidrio no es una barrera para la mirada del Susurrador. Percibe perfectamente cuando lo observas. Esto convierte a la cabina de vidrio en un punto de observación ideal. Seguro y con mucha atmósfera.
Barrera de agua: nado con obstáculos
Luego vino lo más divertido. Reemplacé el vidrio por una pared de agua. La escena se repitió: lo miro a través del flujo — y se queda clavado. Me giro — intenta abrirse paso hacia mí. El agua, claro, lo ralentiza y lo desorienta un poco, pero la mecánica principal funciona impecable. El único riesgo — la corriente puede girarte y perderás el contacto visual. En ese instante, aprovechará la oportunidad.
Mi dictamen: el agua es genial para crear caos y dinamismo. Si solo quieres observar — usa vidrio. Si quieres añadir una pizca de pánico al experimento — el agua es tu elección.
Giro final: mascarada de calabaza
Y ahora, mi truco favorito. Me puse una calabaza tallada en la cabeza. ¡Y su estrategia se vino abajo! Con la calabaza puesta, el Susurrador empieza a moverse aunque lo mires directamente. Simplemente ignora tu «mirada». Resultó utilísimo cuando necesitaba guiarlo más cerca de la fuente de sculk sin apartar la vista.
¿Conclusión? Mis resultados
El experimento demostró que el Susurrador reacciona al mero hecho de que lo observes, y le da igual que haya vidrio o agua entre ambos. No rompe bloques, pero aprovecha cada segundo en que no lo miras para acercarse.
Y recuerda: la única forma de “vencerlo” — encontrar y romper la fuente de sculk a la que está ligado. Dale un golpe y él mismo te señalará el camino con partículas. No esperes botín ni experiencia; solo pura satisfacción moral y las manos un poco temblorosas. Estuvo genial
- publicadoMceadmin
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