Preparando la arena: cuando dos mundos chocan en Minecraft

Amigos, llegó ese día en que por fin me decidí a hacer, quizá, uno de los experimentos más curiosos que he montado en Minecraft. La primera idea en la cabeza: «¿Y si un ghast triste y un Ghast Feliz montaran un show?» Un duelo de épocas. Uno siempre melancólico lanzando fireballs, y el otro volando como si sonriera al mundo. Yo, la verdad, estaba en vilo: ¿habría algún contacto entre ellos o cada uno se quedaría como su propio dinosaurio del Nether?

Aceleramos la ciencia al estilo Minecraft

Montamos una atmósfera de investigación real: no quería verlo en YouTube, quería sentirlo en persona. Preparé una poción de resistencia al fuego (recomiendo, ¡sirve mucho!), entré a Bedrock Preview, levanté una arena con bordes para que nadie se fuera a nadar en la lava. Y ahí mismo invoco a nuestros protagonistas: el ghast estándar vs. el Ghast Feliz premium. Por cierto, gracias a Mojang: hace un par de años no me imaginaba un gigante volador tan tierno.

En ese instante se me heló el corazón: ¿y si empezaban unas “Guerras callejeras” de ghasts? O peor, que el Ghast Feliz convirtiera al normal al lado bueno. Sería cómico: «¡que empiece a repartir abrazos aéreos!». Me meto de lleno en el experimento; a mi alrededor, silencio, sin público, solo asoman de vez en cuando los ghastlings, que, por cierto, siguen al Ghast Feliz por todas partes como pequeños fans a su ídolo.

Nada como esperaba (como siempre)

Confieso que estaba seguro de que, al menos, el ghast normal armaría revuelo o le tiraría una fireball al nuevo por deporte. ¿Y qué vi al final? Absoluta —y esa es la palabra clave— absoluta neutralidad. El ghast normal tomó su clásica pose «sufrida», gimiendo de fondo como si nada cambiara en su triste vida. El Ghast Feliz, en cambio, flotaba al lado, irradiando una energía imposible de ignorar. Sus ghastlings se pegaban a él como niños a su padre tras su primera pesadilla: a ese positivismo se le busca incluso en la otra punta del Nether.

Ni siquiera intentaron lanzar fireballs. Imagínense: dos mobs hechos de emociones distintas; uno, edición quásar melancólico; el otro, sunny side up con un bonus de cola de mini ghastlings. Quizá justo esto le faltaba a Minecraft para la felicidad completa.

Opinión personal y hallazgos

Sinceramente, me sorprendió para bien: estos detalles, creo, son los que construyen un mundo de Minecraft realmente vivo. ¿En qué otra actualización verías algo tan adorable? Para mí, el Nether ya no es solo horrores y trampas neón, sino también un lugar donde hay espacio para la bondad. El Ghast Feliz contagia su ánimo, incluso cuando estás cansado de cambiar tu armadura de diamante.

Y un detalle clave: ¡ni un ghast intentó “iniciar una guerra” o pelear por territorio! Si les soy sincero, me gustaría que el ghast normal mirara la vida, aunque sea una vez, a través de las gafas rosas de su vecino positivo. Tal vez así se le haría más llevadero, y yo no tendría que esconderme de fireballs cada diez segundos.

Para cerrar: compartan sus locos experimentos

Si ya probaron combinaciones con ghasts o notaron cómo se comportan en distintas situaciones, escríbanme: siempre leo sus historias y, honestamente, disfruto muchísimo con sus experimentos. ¡Convirtamos Minecraft en un verdadero polígono para descubrimientos científicos divertidos!

Y si alguno llega a ver al ghast normal sonreír, espero esos screenshots, ¡porque eso sería otra cosa!